El Xaphoon está hecho por Brian Wittman, un residente de Maui que inventó el instrumento hace más de 20 años.

El Xaphoon comienza con tallos de bambú en bruto seleccionados de las selvas tropicales del este de Maui. Cada uno es ligeramente diferente en sus dimensiones, diámetro interior y consistencia, lo que hace que la producción en masa sea casi imposible. El bambú se corta al tamaño adecuado y se seca durante al menos seis meses antes de que comience la fabricación de instrumentos.

Primero se hace la boquilla, formada cortando el extremo sólido en un ángulo fijo y luego redondeándolo en forma parabólica. Luego se talla el interior con mucha habilidad: cuando la caña vibra, debe formar un sello hermético con la boca de la abertura. El grosor de la pared y otras variaciones tienen una gran influencia en la calidad del sonido.

Todas las piezas de bambú se "asan" lentamente sobre una llama, lo que les da un acabado quemado único.

Afinar el instrumento es un arte en sí mismo. Sin tomar ninguna medida, se examina la longitud, el diámetro interior y la forma interior de la boquilla, y se perfora el bambú con un hierro al rojo vivo en el lugar que el creador considere apropiado. Se sopla una nota y se compara con un sintonizador automático cromático. ¡Una "D" perfecta!

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Luego se aplica aceite mineral y un barniz, y luego se lija el instrumento a mano hasta obtener un acabado plano.

UNA PALABRA DEL INVENTOR XAPHOON BRIAN WITTMAN, cca. 1992

"Hice más de 15.000 instrumentos de este tipo en los últimos 20 años, todo gracias a un solo instrumento que hice por capricho de un niño. El joven vivía con su madre en una tienda de campaña en el bosque y me escuchó tocar el saxo ( la costosa variedad de metal). Se acercó respetuosamente y luego me preguntó con audacia si tal vez tenía uno pequeño que él pudiera tocar. ¿Por qué no? Jugueteé y tallé una pequeña flauta de bloque de bambú. Su tono era sibilante y pequeño, y no satisfizo a ninguno de los dos. Tenía una pequeña muela abrasiva que estaba usando para dar forma a unos listones de barco de madera, y en una inspiración repentina apliqué la flauta a la muela y puse toda la esquina de la boquilla en ángulo, remodelándola. para tomar una lengüeta de saxofón. Con un trozo de cuerda sosteniendo la lengüeta, soplé una nota de prueba... ¡gritó!

El niño estaba encantado y no podía esperar a tenerlo, así que se lo pasé, pero inmediatamente me hice otro, esta vez un poco más largo, y primero hice la boquilla para poder escuchar el tono mientras localizaba los agujeros para los dedos. De alguna manera, por casualidad, terminé con una escala útil en mi y no pude dejarla. Incluso lo toqué con una sola mano mientras conducía hacia la ciudad, sin darme cuenta de que el velocímetro marcaba 80 hasta que escuché las sirenas.

Finalmente llegué al estudio de ensayo donde debía, solo para encontrar a un gran héroe, el Sr. Airto Morierra (el percusionista brasileño) estaba allí improvisando con mis encantados miembros de la banda. Salté con mi nuevo instrumento y descubrí que su fuerte tono cálido podía ser tan lleno como un saxo y amplificado muy bien en una configuración de banda eléctrica. Airto estaba fascinado, así que ofrecí este instrumento #2 como muestra de mi respeto por su música.

Así que hice una tercera y la toqué en conciertos. La gente se acercaba y preguntaba al respecto... "¿Dónde lo conseguiste?" "¿Lo hiciste?" "¿Me puedes hacer uno?" "¿Qué quieres decir con que no tienes tiempo? ¡Aquí está mi dinero!" Así que terminé en el negocio. Un nombre desarrollado de "bamboozaphone" a "bamboozafoon" a "bamboo zafoon" a simplemente "zafoon", luego se deletrea "xaphoon". Eventualmente me acerqué a los bosques de bambú e incluso obtuve una patente en varios países. Y mientras contestaba mi correo y completaba los pedidos, pasaban los años. Mis hijos nacieron en una casa construida con saxofones de bambú y los escucharon desde el útero en adelante.

El instrumento que he fabricado comercialmente todos estos años no es muy diferente de los primeros modelos experimentales. Construí varios instrumentos más grandes, algunos con extensiones cónicas (generalmente cuerno de vaca), pero en lugar de complicar el diseño con varias piezas, opté por mantener el concepto de "un palo" con la boquilla tallada directamente en el extremo del cuerpo del instrumento Afortunadamente, el bambú se presta naturalmente a este tipo de construcción si se elige cuidadosamente en el bosque para que tenga la longitud y el diámetro correctos.

Después de un poco de experimentación, finalmente encontré un sistema de colocación de agujeros y digitación que permitirá dos octavas cromáticas completas, aunque el instrumento sigue siendo principalmente diatónico. Por ejemplo, sería bastante simple tocar una nota C# en un instrumento C, o dibujar un riff en esa clave mientras sigue los cambios de acordes, pero no tendría mucho sentido transponer la melodía completa a C#. Habría demasiadas digitaciones cruzadas y ajustes de labios.

Por lo general, he restringido mi salida a instrumentos C, principalmente para evitar confundir a los principiantes con demasiadas opciones. Con mucho gusto haré instrumentos de cualquier tonalidad, pero solo si el cliente sigue interesado después de haber adquirido cierta habilidad con el Do. El Do se toca mejor en las tonalidades de D, F, G, Gm, Dm, Am, etc.

Algunos de mis clientes me han sorprendido al adoptar estilos radicalmente diferentes, desde el barroco hasta el peruano, pasando por el irlandés y el africano. Aprecio mucho las cintas ocasionales que recibo de mis clientes. Uno bien puede imaginar que la construcción real de 15,000 de cualquier cosa puede volverse tediosa, por lo que se ha convertido en la satisfacción de los clientes lo que me impulsa (así como la oportunidad de alimentar a mi familia). Es realmente gratificante recibir pedidos de lugares lejanos y ahora que sé cómo hacerlo, es más fácil hacerlos.

Sin embargo, solo puedo preguntarme si tal vez mi castigo en el otro mundo será escucharlos tocar a todos a la vez".